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FITOTERAPIA

 

 

La Fitoterapia es una rama de la medicina natural que se basa en el uso de productos de origen vegetal para la prevención, la curación o el alivio de una amplia variedad de síntomas y enfermedades. El consumo de plantas medicinales ha ido en aumento en los últimos años en todo el mundo y es frecuente su empleo en combinación con medicamentos prescritos por los médicos. Su efecto terapéutico se debe a su contenido de principios activos, los cuales comenzaron a investigarse desde la época de Paracelso hasta la actualidad. Para este médico alquimista, de la planta medicinal se debía extraer lo útil, o sea las sustancias que representaban la acción física del arcanum , cuerpo, alma y espíritu “específicos” que da la naturaleza para cada dolencia humana.

Un fitofármaco no es tan diferente de un fármaco convencional, pues casi todos los medicamentos que nos receta nuestro médico tradicional contienen los mismos principios activos que encontramos en las plantas medicinales. La diferencia radica en que los medicamentos sintéticos contienen principios activos que han sido aislados y creados en un laboratorio, mientras que las plantas contienen esos mismos principios activos de manera natural. Lo extraordinario de las plantas medicinales es que muchos de sus elementos químicos naturales no se conocen. Cuando el hombre lo aísla y lo crea en un laboratorio, tiene la capacidad de aumentar la dosis y conseguir así más fuerza en la función del principio activo, pero al mismo tiempo altera las reglas naturales, ya que muchas veces, esos elementos desconocidos juegan un papel importante a la hora de contrarrestar efectos, protegernos, y funcionar en perfecta sinergia con la energía vital y el equilibrio de nuestro organismo.

Los diferentes principios activos actúan de manera específica sobre el organismo, pero no debemos olvidar que los extractos vegetales son sustancias muy concentradas con infinidad de elementos químicos naturales cuya sinergia, en general, proporciona al organismo herramientas para que él solo restablezca su equilibrio interno. Dependiendo de la aplicación, la extracción y el tipo de planta, se utilizan distintas partes como las hojas, el tallo, los frutos, flores, raíces, etc. Dentro de las sustancias activas de las plantas medicinales encontramos alcaloides, glucósidos, saponinas, principios amargos, taninos, sustancias aromáticas, aceites esenciales, aceites grasos, glucoquininas o insulinas vegetales, mucílagos, fitohormonas y antisépticos vegetales.

La naturaleza nos ofrece una gran variedad de plantas medicinales que se utilizan desde tiempos remotos para mejorar el estado de la salud y para curar todo tipo de enfermedades. De hecho, se cree que alrededor de todo el mundo se utilizan hasta 25.000 plantas medicinales con fines terapéuticos.

La fitoterapia se puede aplicar -según sea de uso externo o interno- en forma de tisanas, mezclas para infusiones, extractos, decocciones, tinturas, linimentos, aguas aromáticas, jarabes, píldoras, supositorios, polvos, tabletas, ungüentos, emplastos, jabones, cataplasmas, cataplasmas de barro, fomentos, baños de hierbas, jugos o zumos.

Si bien la toxicidad es nula en la mayoría de las plantas que usaremos, en algunos casos se debe reconocer una toxicidad intermedia o plantas que solamente pueden utilizarse en dosis moderadas.

Lo fundamental para aplicar la fitoterapia es acudir a un especialista que diagnostique e indique las dosis apropiadas en relación a nuestra dolencia, o cómo pueden esos principios activos interferir con otros medicamentos que estemos tomando. Hace falta reconocer las hierbas para recolectar la especie adecuada y conocer las descripciones botánicas. Es por eso que te ofrecemos una consulta fitoterapéutica habiendo sido formadas como técnicas en Botánica medicinal, laboratorio homeopático paracelsiano e investigación naturopática paracelsiana.

CC (BY-NC-SA) Natura Chikitsa 2017

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