SISTEMAS FLORALES
Los distintos sistemas florales de sanación se fundan en una medicina vibracional. Se emplean elixires extraídos de diversas flores, que al entrar en contacto con una persona, se ponen en resonancia con su campo energético, cuando éste se encuentra alterado por algún desequilibrio emocional. De esta forma, se produce un flujo energético para nivelar el bloqueo, ayudando a armonizar y equilibrar los estados emocionales. Se parte de una concepción filosófica, la cual plantea que mediante el floral, no se trata solamente el síntoma de la enfermedad en sí, sino a la persona en su totalidad, pudiendo de esta manera llegar a la causa real de la enfermedad. La terapia floral apunta a ir eliminando aquellos bloqueos emocionales que constituyen obstáculos para el crecimiento personal, y supone una herramienta de transformación y autodesarrollo. La verdadera curación consiste en ayudar a la persona a llegar a comprender el significado de aquello que ha producido un desequilibrio físico, mental, emocional y así reparar su sistema vibracional.
El uso de las flores con fines terapéuticos se extiende a muchas culturas, desde épocas anteriores a Cristo. En occidente, los remedios florales aparecen como un primer sistema de la mano de su creador, el Dr. Edwar Bach (1886-1936). Tras la muerte del Dr. Bach han ido surgiendo otros sistemas en distintas partes del mundo que complementan, apoyan y potencian el sistema original. Estos otros sistemas, son elaborados con otras plantas, flores, árboles, minerales y gemas de distintas regiones del planeta, siendo unos recomendables para armonizar los desequilibrios físicos, y otros necesarios para equilibrar las desarmonías más emocionales o mentales e incluso espirituales. Entre los sistemas más conocidos están las Flores de California (USA), las de Bush (Australia), Phycosomatic Flower y Chamánicas (México), Saint Germain (Brasil), Flores de la Cordillera de los Andes (Chile) por mencionar algunos. En el año 1976, la terapia floral y su uso terapéutico, fue reconocida como un sistema médico por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y desde 1983 se recomienda a las instituciones sanitarias como una terapia eficaz.
El uso de las flores con fines de una transformación psicológica, si bien se atribuye al Dr. Bach el haber sido el primero, sin duda ya se remontaba al médico alquimista Teofrasto Paracelso (1493-1541), quien planteó la relación planetas-flores-virtudes-defectos-ser humano, sintetizada de la siguiente forma:
- La Luna produce altruismo. Su sombra, avaria o derroche.
- Mercurio produce diligencia. Su sombra, pereza o ansiedad.
- Venus produce amor. Su sombra, odio o lujuria.
- Sol produce humildad. Su sombra, miedo o violencia.
- Júpiter produce alegría. Su sombra, envidia o fantasía.
- Saturno produce temperancia. Su sombra gula o frialdad.
El médico naturista colombiano Victor Gómez, en el año 1952 comenzó a investigar la profunda obra paracelsiana poniendo en práctica las fórmulas secretas y estudió las flores que utilizaba Paracelso combinadas con misteriosas fórmulas alquímicas, y seleccionó las que se encuentran en América del Sur. En Uruguay a ese sistema floral heredado de Paracelso y sabiamente recopilado y formulado por Gómez se le denomina Flores de Alden. El nombre Alden hace referencia a un legendario centro de luz, donde actúan las almas trascendidas en la medicina universal.
Las plantas que corresponden a cada planeta y sean medicinales, darán flores que enaltecerán los valores positivos o virtudes del alma. Lo mismo se puede decir de cada signo del zodíaco. La tarea es observar cuáles de esos valores, la persona necesita recuperar, liberar de su condición de encierro. Paracelso afirma que el hombre posee siete cuerpos de los que sólo uno conocemos, el físico. Sin embargo, ya se ha demostrado científicamente la realidad de cuerpos más sutiles. Los conflictos emocionales o mentales, afectan el equilibrio energético de esos “cuerpos sutiles” y es el potencial de las flores el que puede traspasar el plano material y curar internamente, es decir energéticamente. Cada flor tiene un poder sanativo o misión específica con relación a los órganos y sistemas sutiles, actuando en nuestro estado vibratorio.
Como decía Paracelso, para cada dolencia, existe en la naturaleza una planta medicinal que nos haga sentir bien. Las flores actuán en estados emocionales, estados mentales, reacciones físicas, situaciones psicológicas, patologías psiquiátricas, tipos de personalidad, reacciones frente a las enfermedades y carácter zodiacal. Es una medicina natural por lo que actúa por contrarios. Ante tal estado psicológico inconveniente, la flor despierta el “contrario filosófico”. La flor correspondiente porta por sí misma la cualidad similar a la necesaria en el individuo, y al tomar su esencia, su vibración atraerá a la esencia por igualación de la fuente vibratoria, produciendo un alejamiento del condicionamiento. La esencia o virtud está dentro de él mismo, la vibración del elixir floral produce entonces un efecto liberador.
Los elixires florales contienen la energía sutil de la flor, existiendo varios niveles de dilución en la preparación de los mismos. El tratamiento requiere constancia en las tomas y en las semanas o meses que el tratamiento sea necesario. No requiere años pero sí, en la mayoría de los estados, necesitará de algunos meses para devolver una armonía y un equilibrio a nuestras emociones, nuestra psique y nuestro cuerpo. Carece de cualquier efecto secundario nocivo y no interfiere en ningún otro tratamiento médico que se esté llevando a cabo.
Si las esencias se colocan al lado de una piedra de cuarzo o amatista, o cualquier otra piedra hacia la cual sintamos una atracción especial, estaremos incorporando el beneficioso poder de los cristales de sanación en nuestro tratamiento.
En Natura Chikitsa proponemos una consulta de orientación al paciente hacia su interiorización, ya que son las flores las que portan las energías cósmicas que depuran la psiquis del enfermo.